EL
VITALISMO. FEDERICO NIETSZCHE.
Nombre del estudiante__________________________________________ Curso: 11°
FASE EXPLORATORIA:
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La Justicia es en primer lugar una cualidad posible,
pero no necesaria, de un orden social que regula las relaciones mutuas entre
los hombres. Sólo secundariamente es una virtud humana, ya que un hombre es
justo sólo si su conducta se adecúa a las normas de un orden social
supuestamente justo. Pero ¿qué significa decir que un orden social es justo?
Significa que este orden social regula la conducta de los nombres de un modo
satisfactorio para todos, es decir, que todos los hombres encuentran en él la
felicidad. La búsqueda de la Justicia es la eterna búsqueda de la felicidad
humana. Es una finalidad que el hombre no puede encontrar por sí mismo y por ello
la busca en la sociedad. La Justicia es la felicidad social, garantizada por un
orden social. Platón, identificando la Justicia con la felicidad, sostiene que
un hombre justo es feliz y un hombre injusto es infeliz. Evidentemente, la
afirmación según la cual la Justicia es la felicidad no es una respuesta
definitiva, sino una forma de eludir el problema. Pues inmediatamente se
plantea la cuestión: '¿Qué es la felicidad?'.
Tomado de: Kelsen, H. (1992). ¿Qué es justicia?
Planeta-De Agostini
De los siguientes enunciados, ¿cuál se puede inferir
de la afirmación "un hombre es justo solo si su conducta se adecúa a las
normas de un orden social supuestamente justo"?
A. Un hombre que se comporta justamente sigue las
normas de un orden social.
B. Todo hombre que se adecué a las normas de un orden
social justo es justo.
C. Hay hombres que se adecúan a un orden social
supuestamente justo y sin embargo son injustos.
D. No hay hombres que se adecúen a un orden social
supuestamente justo y sin embargo sean injustos.
FASE DE DESARROLLO:
INTRODUCCIÓN.
La obra de Nietzsche no
se deja tratar fácilmente de forma sistemática, pese a
los intentos de algunos
de sus estudiosos por hacerlo así. Su
influencia se ha dejado sentir de forma dispar y,
a veces, contradictoria,
pero en
todo caso no ha tenido un carácter uniforme: Nietzsche ha significado cosas
distintas según sus distintos intérpretes. Su
misma forma de expresión contribuye a ello, ya que, al
utilizar preferentemente el aforismo como vehículo de su pensamiento,
el carácter metafórico del mismo se presta con
frecuencia a distintas interpretaciones. Además, a menudo
podemos encontrar en sus obras aforismos contradictorios entre sí, siendo
difícil
poder determinar cuál de ellos representa su
“auténtica" posición sobre el tema tratado, si es que tiene algún sentido
ese tipo de
pregunta en el conjunto de la obra de
Nietzsche.
Filosofía:
la crítica de la metafísica y la moral
La filosofía de Nietzsche supondrá un
enfrentamiento radical con buena parte de
la tradición filosófica occidental, oponiéndose
a su dogmatismo, cuya raíz
sitúa en Sócrates, Platón y la filosofía cristiana.
La distinción y oposición, realizada en sus primeras obras,
entre lo apolíneo y lo dionisíaco, le llevará a
desarrollar una original interpretación de la
historia de la filosofía, según la cual el pensamiento se verá sometido a un alejamiento de la vida, a partir de la
reflexión socrática, que le llevará a
oponerse a ella, negándola mediante la invención de una realidad trascendente
dotada de características de estabilidad e inmutabilidad, justo las contrarias de las
que posee la única realidad que conocemos, contradictoria y
cambiante.
·
La crítica de la
metafísica.
Nietzsche se opone al dualismo
ontológico, fiel reflejo del dualismo platónico: - este mundo, sensible e
imperfecto- el otro mundo, suprasensible y perfecto, fundamento de aquel.
Según tal concepción, la realidad queda
escindida en dos ámbitos: una realidad suprasensible, estática e imperecedera,
frente a una realidad cambiante, sensible, perecedera... que es el producto
residual, “despreciable” de la anterior.
· La crítica del
conocimiento
Por lo que respecta a la explicación del
conocimiento, la metafísica de tradición platónico-cristiana
hace corresponder a una realidad inmutable un conocimiento
y una verdad igualmente inmutables: el conocimiento
conceptual. Pero el concepto, dice Nietzsche, no sirve para
conocer la realidad tal y como es. El concepto tiene un
valor representativo, pero siendo lo real un
devenir, un cambio, no puede dejarse
representar por algo como el concepto, cuya naturaleza
consiste en representar la esencia, es decir,
aquello que es inmutable, que no deviene, que no
cambia, lo que permanece idéntico así mismo, ajeno al
tiempo. El concepto no es más que un
modo impropio de referirse a la realidad, un modo general y abstracto
de captar la realidad y por ello, de
alejarnos de lo singular y concreto, de
alejarnos de la realidad. Lejos de ofrecernos el
conocimiento de la realidad, el concepto nos la oculta.
Nietzsche dirigirá también
su atención al
papel que ha jugado el lenguaje en la
reflexión filosófica. Dada la íntima relación
existente entre el pensamiento y el lenguaje que lo
expresa, a medida que el valor de los conceptos es falsificado por la
metafísica tradicional, queda también
falsificado el valor de las palabras y el
sentido en que se usan.
De este modo el lenguaje contribuye
decisiva y sutilmente a afianzar ese engaño metafísico acerca de la realidad.
Recuperar el sentido de lo real exige, por lo tanto, recuperar simultáneamente
el sentido, el valor de la palabra. De ahí el estilo
aforístico de su obra.
·
La muerte de
Dios.
El análisis de la
trayectoria del pensamiento y la cultura
occidentales le llevará a Nietzsche a constatar la
muerte de Dios. Dios había sido la brújula del hombre
occidental. Pero el hombre ha ido
matando a Dios sin darse cuenta,
expulsándolo poco apoco de su
pensamiento y de su cultura. Al descubrir la muerte de Dios el
hombre queda desorientado, su vida pierde el sentido.
La muerte de Dios es, en realidad, la
muerte del monoteísmo cristiano y de la
metafísica dogmática, para quienes sólo hay un Dios y una
verdad. Y el responsable de ello es el hombre. Al cobrar conciencia de ello el
hombre sustituye a ese Dios y a esa verdad única por múltiples dioses y
múltiples verdades, en un intento
desesperado por salvar los valores asociados a esa imagen
de Dios. Pese a ello, con la caída del Dios y de la metafísica tradicionales
los valores asociados a ellos
no pueden subsistir, no encuentran justificación trascendental alguna y,
carentes de fundamentación, serán el blanco de las críticas
más exacerbadas y negados como valores. El ateísmo conduce,
pues, al nihilismo.
El nihilismo.
El nihilismo es el proceso
que sigue la conciencia del hombre occidental y que
quedaría expresado en estos tres momentos:
1. El nihilismo como resultado de la negación
de todos los valores vigentes: es el resultado de
la duda y la desorientación.
2.
El nihilismo como
autoafirmación de esa
negación inicial: es el momento de la reflexión
de la razón.
3. El nihilismo como punto de partida de una
nueva valoración: es el momento de la
intuición, que queda expresada en la voluntad de
poder, en quien se expresa a su vez el valor de la voluntad. Esta es la base sobre la que ha de
construirse, según Nietzsche, la nueva filosofía.
El hombre provoca, en primer lugar,
la muerte de Dios, sin apenas darse
cuenta de ello. En segundo lugar, el hombre toma
conciencia plena de la muerte de Dios y se reafirma en ella.
En tercer lugar, y como consecuencia de todo lo
anterior, el hombre se descubre a sí mismo
como responsable de la muerte de Dios
descubriendo, al mismo tiempo, el poder de la voluntad, e intuyendo la
voluntad como máximo valor.
La nueva Filosofía.
Para Nietzsche la voluntad
es la verdadera "esencia" de la realidad. La realidad no es más que la
expresión de la voluntad: ser es querer (...ser). La
realidad no es algo estático, permanente, inmutable; ni la
consecuencia de algo estático, permanente, inmutable. Siendo el fruto
de la voluntad ha de ser multiforme y cambiante, como aquella. La realidad es devenir,
cambio, y no está sometida a otra determinación
que a la de su propio querer. Y el querer de la voluntad, al igual
que el de todo lo real, es un querer libre, que
rechaza toda determinación ajena a su propio devenir.
La voluntad, el querer, no se somete a lo querido, sino que se
sobrepone a todos sus posibles objetos. No quiere "esto" o "lo
otro", sino sólo su propio querer. Se trata de una voluntad
libre y absoluta a la que Nietzsche denomina" voluntad
de poder": es una voluntad vital, expansiva, dominante... una voluntad que
se engendra a sí misma y que quiere su ´propio querer.
ACTIVIDADES. LEO, COMPRENDO Y RESUELVO.
2. Explica:
a. la critica de la metafísica y la moral.
b. la critica de la metafísica.
c. la critica del conocimiento.
d. la muerte de Dios.
3. Explique en que consiste el Nihilismo.
4. Para Nietzsche ¿que es la nueva filosofía?
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