Docente: Mónica
Manjarres López.
Área: Filosofía
Nombre:
_________________________________________________Curso: 11° ______
PENSAMIENTO FILOSÓFICO LATINOAMERICANO
DBA Reconoce los
aportes que América Latina ha hecho al pensamiento filosófico
FASE EXPLORATORIA:
●
¿Quiénes somos los latinoamericanos?
●
¿Hemos sido capaces de generar un
pensamiento propio e independiente o por el contrario hemos sido simples
calcómanos de pensamientos extranjero?
FASE DE DESARROLLO:
INTRODUCCIÓN:
El pensamiento filosófico, es un pensamiento crítico, activo, inquieto, inconformista, libre, racional, no empírico, y especialmente especulativo (poco práctico) que indaga buscando respuestas sobre aquellos hechos esenciales que la ciencia aún no ha podido responder, y que eleva al hombre como ser racional en su plenitud. No se apoya en supuestos para sustentar sus afirmaciones, sino en verdades comprobadas, para buscar los principios y las causas, basándose en la confianza puesta en la capacidad de la razón para encontrarlos.
Sin lugar a
dudas, existen pensamientos filosóficos en Latino América. Pues existe el
pensamiento racional, humano y alejado de la fe religiosa. Existe en cada
pensador filosófico que se ha planteado el estudio y razonamiento en el ámbito
latinoamericano. En América latina el desarrollo filosófico podría considerarse
algo nuevo, pues apenas desde el siglo XVIII se empezaron a dar indicios de
pensamiento por parte de los latinos, quienes aunque aún se encontraban bajo el
dominio español ya daban con las primeras ideas no solo teológicas o de
críticas sociales, sino de libre pensamiento y revolución; Aun así, a nivel
europeo ya se tenían bases de pensamiento filosófico de más de veinte siglos.
A la mitad del
siglo XIX, cuando la mayoría de países de América latina eran “independientes”,
al menos políticamente hablando, el pensamiento filosófico había avanzado pero
aún se tenían lazos con el pensamiento colonial y esto hacía que el avance del
pensamiento fuera algo más lento.
La filosofía latinoamericana ha existido durante
la colonia y el siglo XIX, pero fue más que todo ejercida por intelectuales
cuya labor no era exclusivamente la filosofía, sino que solo se dedicaban a filosofar
sobre ciertos aspectos políticos y religiosos.
De esta manera
se puede concluir que a pesar de los constantes intentos de dominio por parte
de naciones externas, aún prevalecía el espíritu investigativo en lo referente
a intereses sociales, político y religiosos que en sí buscaban llevar al hombre
a una concepción propia de identidad y verdad en cuanto a su historia.
Fortaleciendo así el aprendizaje de una misma influencia colonial, esto, con el
fin de crear pensamiento propio en los individuos para visionar futuros frutos
de una identidad fuerte y auténtica que garantizara la formación de una cultura
firme basada en los modelos tradicionales de igualdad.
TEMAS CENTRALES DE LA FILOSOFÍA LATINOAMERICANA.
1. La emancipación.
El núcleo de
temas de la filosofía latinoamericana es la emancipación. De este se derivan
tanto la independencia teórica del
eurocentrismo, mediante la reflexión desde y para la particularidad cultural,
así como la independencia práctica, política y económica de la hegemonía
europea y norteamericana.
El filósofo
mexicano Leopoldo Zea (1912 -2004) afirma que la filosofía latinoamericana
comienza como una creación cultural que emula la actitud de la filosofía
occidental. Esta busca respuestas originales a sus inquietudes históricas,
sociales y culturales concretas que luego se han universalizado. Pero el
pensamiento latinoamericano también surge como una respuesta a las inquietudes
socio-históricos de su realidad concreta, por tanto, no es inferior al pensamiento
occidental, pero sí distinto, porque surge de una experiencia vital diferente
con sus propias inquietudes, realidades, problemáticas.
2.
La dependencia
Otro tema
medular en la filosofía latinoamericana es el problema de la dependencia
epistemológica, conceptual, económica y política de Latinoamérica respecto a
Europa y Norteamérica. Dussel explica que la reflexión filosófica
latinoamericana no puede dejar a un lado los resultados históricos del proceso
de colonización europea.
Si bien para
elaborar su propio discurso filosófico Dussel utiliza categorías del
pensamiento occidental, desde estas formula una crítica a la situación de
dependencia. Advierte que América Latina (como el resto del mundo colonizado)
se ha transformado en una periferia que proporciona los recursos naturales, las
materias primas y los alimentos necesarios para que el centro (o metrópoli, que
es Europa y Estados Unidos como extensión de esta) pueda desarrollarse
industrialmente en detrimento de la periferia. Así, la economía mundial
quedaría estructurada en un centro (fuerte políticamente, centro de la
dominación) y en una periferia (débil, en subdesarrollo) con realidades
distintas, y sobre todo desiguales, resultado directo del colonialismo.
¿Es posible,
entonces, un pensamiento o una filosofía latinoamericana en el contexto
socio-económico y cultural de dominación que pueda superar esa misma realidad?
Es necesario que el filósofo latinoamericano reflexione sobre su realidad
concreta de tal manera que establezca una praxis y una ética que libere al ser
humano del yugo de la dependencia, entendida en todos los ámbitos descritos.
3.
La liberación
Partiendo de la
teoría de la dependencia, según la cual el otro es objeto de sometimiento y
explotación por parte de la mismidad del yo eurocéntrico, Dussel elabora un
sistema de pensamiento que denomina filosofía de la liberación. El eje de la
filosofía de la liberación consiste en el reconocimiento del lenguaje y el
pensamiento dominantes, que afirman la universalidad de la racionalidad europea
como verdad absoluta. Así, uno de los objetivos de la filosofía de la
liberación es llegar a la comprensión de la realidad latinoamericana mediante
la deconstrucción de los discursos dominantes de Occidente. Pero esa realidad
latinoamericana no es una abstracción metafísica, sino la presencia real del
otro (el explotado, el oprimido, el pobre, el dependiente) y visualizar su
estado de humillación para desde allí continuar con el proceso de liberación.
Empieza entonces la estrategia para la lucha contra la situación del otro
sufriente. El filósofo de la liberación no se limita a una reflexión filosófica
en las aulas, sino en la práctica ética de todos los días que lleva al oprimido
a la liberación.
4.
De la libertad a la liberación
La libertad es un
estado ideal en el que no hay obstáculos para el ejercicio de los derechos.
Supone una institucionalidad, un ejercicio de poder e inclusive una regulación
de los mismos derechos. Pero también la libertad es uno de los valores
representativos de las revoluciones liberales que llevaron al poder político a
la burguesía, de manera que la libertad tiene la ambigüedad de ser el derecho a
actuar según el ideal burgués que, a posteriori, ha devenido en la situación de
dependencia impuesta por el Colonialismo. En cambio, la liberación es un
concepto arraigado en la situación de dependencia con mayor contenido material,
social y práctico. Se trata de un proceso, de una lucha permanente de los
explotados por lograr su emancipación. Así, la filosofía latinoamericana propone
la liberación como proceso propio de los pueblos latinoamericanos desde el
mismo momento en que se estableció su opresión. La liberación es propia de la
periferia, que busca superar su situación de dependencia, opresión y
marginalidad; busca su propia identidad, la defensa de su cultura y su ser en
la historia. Los procesos de independencia, las revueltas populares y las
revoluciones han sido la expresión de la lucha permanente de los oprimidos.
5.
Colonialismo y neocolonialismo
La filosofía
latinoamericana se fundamenta también en su postura descolonizadora no solo de
los discursos filosóficos dominantes sino también de las realidades sociales y
políticas de opresión.
Algunos
discursos filosóficos han tratado de justificar el Colonialismo como la imposición
natural del más fuerte sobre el más débil, así como se ha tratado de justificar
el genocidio y la esclavitud de pueblos enteros mediante discursos sostenidos
en una supuesta superioridad racial. América Latina (continente conocido por
los pueblos originarios como Abya Yala) sufre en el siglo XVI la Conquista y
posterior colonización por parte de los imperios europeos que trataron de diezmar a la
población originaria, y hacer desaparecer sus culturas y sistemas de creencias
para someterlas a un modo de vida ajeno. La colonialidad como realidad
histórica y cultural es un presupuesto de la ética de la liberación.
A pesar de las
independencias de sus países, en América continúa el Colonialismo, a través de
mecanismos distintos a los del proceso de Conquista. El neocolonialismo, si no
es una continuidad del mismo proceso iniciado por Colón, consistiría en un
proceso de recolonización. El mismo lenguaje evidencia la prolongación de la
Colonización. Desde la filosofía latinoamericana se denuncia que la misma
denominación América Latina es una construcción lingüística que forma parte del
discurso colonizador europeo, pues América proviene del nombre del europeo
Américo Vespucio, quien afirmó que este continente no corresponde a las Indias
Orientales, como pensaban los primeros conquistadores, sino a un Nuevo Mundo,
lo cual ignora la historia de los pueblos originarios. Por otra parte, el
adjetivo latino también forma parte del discurso eurocéntrico, pues latino es
lo romano, lo perteneciente a la Europa mediterránea. Por lo tanto, desde el
nombre de nuestro continente, somos sujetos del discurso colonizador.
A finales del siglo XIX y durante el siglo XX,
las potencias mundiales iniciaron un proceso de modernización de las economías
latinoamericanas que prolongaron o reeditaron el modelo extractivista para
alimentar el capitalismo mundial de materias primas. Para asegurar su
hegemonía, las potencias establecieron mecanismos de dependencia económica
(mediante el financiamiento y la deuda) y dependencia política (a través de
dictaduras que cuidaran sus intereses). Muchas de esas estructuras, en especial
las económicas, siguen vigentes en pleno siglo XXI. En la mayoría de las
excolonias, no solo en América, el poder es detentado por los herederos de las
oligarquías criollas, sucesoras del poder colonial, quienes garantizan las
estructuras necesarias para reproducir el modelo económico neoliberal.
ACTIVIDADES. LEO, COMPRENDO Y RESUELVO
1.
En tu cuaderno elabora glosario con los términos
desconocidos. No olvides consultar su significado
2.
Lee atentamente el siguiente texto:
Latinoamérica
es ya consciente de su inautencidad inicial, del hecho de que utiliza
filosofías extrañas para crear la ideología propia de su orden, de su política.
Y, al ser consciente, sabe que ha hecho de esas filosofías lo que en realidad
son, instrumentos. Parecieran ecos de ajenas vidas, reflejos de algo que le es
extraño; pero en realidad no lo son. Lo que surge, debajo de las formas
importadas, es algo que nada tiene que ver ya con la realidad que las ha
originado. Por ello, el europeo u occidental verá en las expresiones de su
filosofía en Latinoamérica algo que le resultará ajeno, desconocido, y que, en
su orgullosa pretensión de arquetipo universal, acabará por calificar como
«malas copias», como «infames y absurdas imitaciones».
Zea, Leopoldo. Filosofía latinoamericana como
filosofía sin más.
Responde:
- ¿En qué medida se puede hablar de instrumentalización de la
filosofía occidental para definir la filosofía latinoamericana?.
- Desarrolla una opinión crítica sobre la postura de Leopoldo Zea.
- Determina cuál crees es que es la fortaleza del pensamiento
latinoamericano.
- Responde: ¿En qué medida la filosofía occidental se pretende
universal, única y verdadera?
- De manera creativa y con imágenes
representar en una cartelera la
temática vista.
FASE DE SALIDA:
1.
¿Que aprendí en esta unidad?
- ¿Cuál ha sido mi actitud frente a las actividades asignadas?
- ¿lo aprendido contribuye a mi crecimiento personal?
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